Mientras que la izquierda y la derecha aprueban una reforma de las pensiones diseñada para contentar a la Banca, por pretender incentivar los planes de pensiones privados, y que dificultará, más si cabe, el acceso de los jóvenes al mercado laboral. Los datos del mes de enero, con una pérdida de afiliados a la Seguridad Social de 223.143 personas, constituyendo el séptimo mes consecutivo de pérdida de afiliados, vienen a afirmar que la reforma aprobada el pasado 28 de enero no era la reforma necesitada. Necesitamos crear empleo, no destruirlo; necesitamos mantener la capacidad adquisitiva de los salarios, no reducir su poder de compra. Los datos son claros, y así lo evidencian.
El número de afiliados al sistema fue en enero de 17.361.839 trabajadores, sufriendo un descenso interanual del 1,05 % y una disminución intermensual del 1,27 %.
El Régimen General perdió 218.750 afiliados, situándose el número de afiliados en 13.054.517 trabajadores por cuenta ajena, lo que supone un descenso interanual del 1 % e intermensual del 1,65 %.
El Régimen Especial de Trabajadores Autónomos perdió 1.473 cotizantes, reduciéndose el total de los afiliados hasta los 3.091.817 trabajadores por cuenta propia, después sufrir un descenso interanual del 1,73 % e intermensual del 0,4 %.
Por sectores: la pérdida de afiliados la encabeza la construcción, donde la afiliación se redujo en 38.220 cotizantes, un descenso mensual del 3,66 %; seguida de actividades administrativas y servicios sociales, donde cayó en términos mensuales el 2,65 %, lo que supone la pérdida de 28.691 trabajadores.
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